Tanto los alfileres de esmalte suave como los de esmalte duro tienen sus propias cualidades y características únicas, y cuál es mejor para usted depende en última instancia de sus preferencias personales y del uso previsto de los alfileres.

Los alfileres de esmalte suave se fabrican llenando las áreas rebajadas de un alfiler de metal con pintura de esmalte, que luego se hornea para curarlo. Esto crea un alfiler con una superficie ligeramente texturizada y un borde definido alrededor del diseño. Debido a que el esmalte no siempre es completamente uniforme, los alfileres de esmalte suave pueden tener un aspecto más orgánico y hecho a mano. También suelen ser menos costosos de producir que los alfileres de esmalte duro.

Los alfileres de esmalte duro, por otro lado, se fabrican llenando las áreas rebajadas de un alfiler de metal con esmalte y luego horneándolo. Este proceso se repite varias veces hasta que el esmalte esté completamente nivelado con la superficie del alfiler. El resultado es un acabado suave y brillante con una apariencia muy profesional. Debido a los pasos adicionales que implica su producción, los alfileres de esmalte duro son generalmente más caros que los de esmalte blando.

En términos de durabilidad, los alfileres de esmalte duro generalmente se consideran más duraderos y resistentes al desgaste que los alfileres de esmalte blando. Sin embargo, esto no significa necesariamente que los alfileres de esmalte blando no sean duraderos. Con el cuidado y manejo adecuados, ambos tipos de alfileres pueden durar mucho tiempo.

En última instancia, la elección entre alfileres de esmalte suave y de esmalte duro depende de sus preferencias personales y del uso previsto de los alfileres. Si desea una apariencia más orgánica y hecha a mano y tiene un presupuesto ajustado, los alfileres de esmalte suave pueden ser el camino a seguir. Si desea una apariencia profesional y pulida y está dispuesto a pagar un poco más por ella, los alfileres de esmalte duro pueden ser la mejor opción para usted.